lunes, 10 de septiembre de 2012

Carlos, un niño con miedo a la oscuridad

"Carlos tiene cinco años y acude con sus padres a la consulta del psicólogo infantil debido a su miedo a la oscuridad. Sus padres cuentan que el niño siempre ha sido muy miedoso. Desde muy pequeño tenían que acompañarle a la cama todas las noches y dejar la luz encendida para que se durmiera. Alguna vez intentaron hacerlo con la luz apagada pero el niño se ponía tan nervioso que los padres preferían ceder ante sus peticiones. Comenzaba a llorar y a gritar con tal intensidad que su cara se enrojecía de furia. Hasta que no encendían la luz aquella reacción no cesaba. 

Si el niño se despertaba por la noche y veía que las luces estaban apagadas su reacción era similar. En alguna ocasión le han intentado quitar importancia, acudiendo a calmar al niño y diciéndole que no pasaba nada y que se quedarían con él hasta que se durmiera. Pero esto lejos de tranquilizarlo hacía que su rabieta se intensificara más, por lo que han decidido dejar la luz encendida.

Carlos, un niño con miedo a la oscuridadCarlos es un niño bastante dócil, según afirman sus padres, sin embargo estos reconocen que alguna vez cuando el niño desobedece o se pone caprichoso, ellos le recuerdan que si no se porta bien vendrá el monstruo de la oscuridad.

Jaime, hermano mayor de Carlos, con sus ocho añitos es consciente del miedo de este y cuando están jugando y quiere conseguir algo de él, amenaza con apagar las luces para que vengan los monstruos. Ante esta situación Carlos se pone en tensión y llora, cediendo ante las peticiones de su hermano. A Jaime todo esto le resulta muy divertido, y últimamente juega a encerrarlo en el baño con las luces apagadas. En este momento y ante los gritos de Carlos, acude su madre a rescatarlo de la oscuridad, lo que alivia a este de sus miedos.

El padre de Carlos reconoce que él de niño también tenía miedo a dormir a oscuras y en alguna ocasión se lo ha comentado a su hijo, con la idea de que este viera que su padre también era miedoso de pequeño y quizá esto le tranquilizara.

El último episodio ocurrió cuando acudieron al cine a ver una película de unos dibujos que a Carlos le resultaban muy interesantes. Sus padres cayeron en la cuenta de la oscuridad de la sala, aunque pensaron que al tratarse de una actividad muy divertida para su hijo, este olvidaría sus temores. Además, se les ocurrió que quizá sería una buena oportunidad para que Carlos dejara de sentir miedo y empezara a madurar. Cuando entraron en la sala las luces estaban encendidas y no hubo ningún problema. Todo empezó a torcerse en el momento en que se apagaron. Carlos empezó a gritar y a llorar desconsolado diciendo que tenía miedo y quería salir de allí. Su madre intentó tranquilizarlo distrayéndole y recordándole sus personajes favoritos, pero él parecía no escuchar. Finalmente tuvo que salir de la sala con el niño, que no se calmó hasta que no llegaron a una zona iluminada. Se marcharon a casa sin ver la película.

Los padres están cada vez más preocupados porque ven que su hijo empieza a tener problemas por este miedo, que al principio parecía poco importante. Antes pensaban que sería algo de la edad y que acabaría por desaparecer. Sin embargo, lejos de esto, parece que el problema está empeorando y cada vez limita más las actividades que puede hacer su hijo. Una amiga de la familia les ha comentado que deberían acudir a un psicólogo infantil a consultar. Se preguntan si les pueden dar algunas pautas sobre cómo actuar para ayudar a su hijo o si hay algún tratamiento psicológico para niños con miedo a la oscuridad".

Ver tratamiento



info@psicologos-psicon.es


No hay comentarios:

Publicar un comentario