miércoles, 22 de agosto de 2012

Problemas de atención y concentración

Algunos niños y niñas tienen problemas a la hora de concentrarse en determinadas tareas. En general suele ocurrir que se aburren pronto, mantienen la atención por periodos de tiempo muy breves, se distraen con cualquier estímulo que aparezca a su alrededor o incluso con sus propios pensamientos e imágenes mentales, etc. Cuando son muy pequeños este hecho puede pasar desapercibido, sin embrago el problema comienza cuando inician la escolarización. Una de las primeras exigencias que se les hace a los niños en la escuela es la de permanecer sentado realizando tareas sobre una mesa. Para ello, a cada edad se les va a requerir una capacidad de atención determinada, que irá aumentando de manera progresiva. Un niño que tiene dificultades para permanecer concentrado conforme a las exigencias académicas, es muy probable que se distraiga con otros estímulos del aula, que distraiga a sus compañeros, o incluso a veces que permanezca en el aula absorto en sus pensamientos.

En psicología se ha hablado de varios factores que pueden predisponer a los niños y jóvenes a este tipo de problemas. Desde factores constitucionales hasta otros de influencia claramente ambiental. Lo que está claro es que la capacidad de atención y concentración es algo que puede entrenarse con la ayuda de un psicólogo. El modo de hacerlo será diferente en función de la edad y las necesidades del niño o la niña. Para conocer la amplitud de sus dificultades es necesario hacer una evaluación psicopedagógica de la atención y otras aptitudes mentales. Lo más adecuado es planificar una intervención psicológica en función de los resultados obtenidos en las pruebas de aptitudes, para adecuar el trabajo de atención y concentración a sus necesidades específicas. Además, debemos tener en cuenta que estos niños y jóvenes suelen tener otros problemas psicológicos asociados, muchas veces derivados de sus dificultades de atención (problemas académicos, problemas de comportamiento en el aula, problemas de autoestima al ver que no alcanzan los logros académicos, dificultades de aprendizaje, etc) y que también pueden requerir la ayuda de un psicólogo infantil

Por otro lado, la edad del niño es importante para conocer qué aspectos son prioritarios a la hora de trabajar con él. Por lo general este tipo de problemas suelen manifestarse desde la infancia y con la escolarización como hemos dicho anteriormente, aunque en muchos casos pueden pasar desapercibidos hasta la preadolescencia, cuando las exigencias académicas son mucho mayores. Hay niños que pueden compensar su dificultad de atención mediante otras aptitudes que posean, y esto hace que a veces no se detecte el problema hasta una edad más avanzada. En cualquier caso el trabajo que puede hacer un psicólogo con el adolescente o preadolescente también le ayudará a mejorar su capacidad de concentración, planificación y organización, ya que estas son áreas que también suelen verse afectadas. Además, las necesidades e intereses de los jóvenes serán diferentes que las de los más pequeños y por ello en la labor del psicólogo es importante tenerlo en cuenta.



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